Luego de un acelerado crecimiento económico en la segunda mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX, el departamento del Atlántico ha experimentado un estancamiento social y económico en las últimas décadas. Los distintos indicadores sociales muestran un deterioro en las condiciones de vida de sus habitantes y en el aparato productivo departamental. Se ha generado un proceso de desindustrialización en la estructura económica departamental, el cual, a su vez, ha estado acompañado de una terciarización espuria. Este estancamiento se explica por diferentes factores: el proceso de aglomeración regional que ha experimentado el país, la baja formación del recurso humano, la deficiente infraestructura de servicios y portuaria, la poca vinculación del aparato productivo departamental con los mercados externos y los cambios organizacionales al interior de los grupos económicos nacionales.