La detección de fraudes es en sí una disciplina a la cuál muchos contadores, estadísticos y economistas dedican su tiempo. Existen muchas herramientas para detectar fraudes o anomalías en un conjunto de datos que van desde modelos de regresión logística, hasta modelos de redes neuronales. Pero tal vez, una de las herramientas más sencillas y más usadas para encontrar fraudes en registros es la ley de Benford. La ley de Benford también es conocida como la ley de los Primeros Dígitos o el Fenómeno de los Dígitos Significativos. Ésta establece un patrón que debe seguir el primer digito de una muestra grande de datos si estos son generados por un proceso “legitimo”. Por ejemplo, la ley de Benford permite determinar si los encuestadores se han inventado respuestas al momento de recolectar la información de una encuesta, si un funcionario se dedicó a generar facturas sin soporte o si las declaraciones de aduana de un importador están siendo alteradas.