En 1993 se creó un sistema de selección de beneficiarios de los programas sociales del Estado, que se ha aplicado principalmente en el sector salud. Este sistema, denominado Sisben, es una metodología estadística que permite ordenar los hogares con base en un índice obtenido a partir de información sobre sus condiciones de vida (Castaño y Moreno, 1994). La metodología incluye, entre sus componentes, el Índice Sisben (I-Sisben) y la ficha de caracterización socioeconómica. La Misión Social del DNP ha mejorado el I-Sisben y ha creado un nuevo índice: el índice de Condiciones de Vida (ICV). Los esfuerzos por conceptualizar de manera sistemática el I-SISBEN y el ICV comenzaron recientemente. Los trabajos elaborados en esta vía se pueden clasificar en dos categorías, de acuerdo con la postura que se ha adoptado para darle un sustento teórico al índice. Por un lado, Vélez, Castaño y Deutsch (1998) señalan que este tipo de índices son indicadores de utilidad de los hogares. Por otro, Sarmiento y Ramirez (1997) y Sarmiento y González (1998) sostienen que dichos índices se acercan más al estándar de vida de los hogares. Este documento muestra las dificultades de la aproximación utilitarista al bienestar y argumenta por qué la aproximación de estándar de vida es más apropiada. Además, se proponen algunas propiedades que deben cumplir los indicadores de estándar de vida y se prueba si el índice de condiciones de vida (ICV) las cumple.