Las siguientes reflexiones y propuestas formuladas desde la academia concluyen que el gasto del Estado colombiano no sólo debe hacerse más eficiente, sino que debe aumentar para financiar los bienes públicos necesarios para el desarrollo del país. El gasto fiscal en Colombia es mucho menor que el de otros países con políticas de gasto responsables, como los de la OCDE, y el crecimiento de la deuda no es alarmante. Esto implica una reforma tributaria estructural, una mayor transparencia por parte del Estado en sus decisiones y en el gasto público, la elaboración de un presupuesto plurianual y por programas, la mejora de la gestión fiscal territorial, y una mayor decisión en el combate a la corrupción.