El objetivo central de este artículo es explorar la riqueza metodológica del modelo Ising (1925) para analizar el proceso de formación de revoluciones sociales. En él, pequeños cambios en un parámetro (la temperatura o la presión) generan cambios cualitativos, de gran escala, en el estado del sistema (Cipra, 1987). En los procesos revolucionarios, “pequeños” eventos generan grandes cambios en el estado de las relaciones de poder mediante la activación de estructuras de sociabilidad que producen acciones colectivas. Los resultados obtenidos provienen del modelo corrido para varias simulaciones en varias etapas, usando el algoritmo Metrópolis.