Las inversiones educativas de la población colombiana han seguido un proceso de expansión notable que puede ilustrarse con el caso de la educación universitaria, que según datos del Ministerio de Educación Nacional (MEN), ha pasado de tener 271680 alumnos matriculados en1981 a más de 1212037 en 2005. A pesar de la expansión del sistema de educación universitaria las posibilidades de acceso y realización de este tipo de estudios no han sido las mismas para todos los grupos sociales. Para Barr (1993) la igualdad de oportunidades significa que cualquier individuo pueda recibir tanta educación como cualquier otro, con independencia de características como la renta familiar, la raza o el sexo, entre otros. En particular parece importante para alcanzar este objetivo de equidad que la posibilidad de invertir o consumir educación no esté condicionada por el origen socioeconómico de los jóvenes. El propósito de este trabajo es analizar si, en la década de los noventa, todos los jóvenes entre 15 y 30 años de edad tenían las mismas posibilidades de cursar estudios universitarios o si, por el contrario, esta posibilidad depende de sus características socioeconómicas. A partir de los datos de la Encuesta Nacional de Hogares del DANE se realiza un análisis de la evolución y caracterización de los factores personales, familiares y del entorno del individuo que influyen en sus decisiones educativas (demanda realizada y demanda incompleta de estudios universitarios). La conclusión final a la que llegamos es que no se había alcanzado la igualdad de oportunidades en el acceso ni en la realización de estudios universitarios por parte de los jóvenes colombianos a finales del siglo XX.