Colombia será probablemente uno de los últimos países de la región en adoptar un esquema de tasa de cambio nominal fijo: se trata de una economía cerrada, afectada por shocks asimétricos de producto y política económica, y no muy integrada con la economía de los Estados Unidos. El nivel de dolarización de facto del sistema financiero es bajo, la flexibilidad laboral mínima, y el “pass-through” cambiario bajo, al menos en los años recientes. Además, las devaluaciones reales tienen un impacto positivo sobre la inversión y el crecimiento. Se utiliza en este trabajo la evidencia microeconómica disponible para firmas inscritas y no inscritas en bolsa en Colombia en 1995-2002 y se encuentra que la devaluación real tuvo efectos claramente positivos sobre la inversión, las ventas, y las utilidades de las firmas. El impacto positivo de la devaluación vía mayor competitividad domina el efecto negativo riqueza sobre el balance de las firmas endeudadas, no sólo en el agregado de las firmas, sino también en el sector manufacturero, en el comercio y en la agricultura considerados individualmente. Nuestros resultados parcialmente rechazan las conclusiones de viejos trabajos según los cuales la revaluación de la tasa de cambio promueve la inversión al disminuir el precio de la maquinaria importada.