Es usual que la enseñanza de la Macroeconomía dinámica en los cursos universitarios de pregrado se apoye exclusivamente en exposiciones en prosa supuestamente intuitivas y en gráficos que representan comportamientos de estados estables de los principales mercados de la economía. Pero cuando se discuten los casos de agentes que “miran hacia adelante”, las intuiciones a priori y sus representaciones graficas ofrecidas a los estudiantes pueden generar conclusiones confusas o carentes de respaldo lógico. Esto sucede incluso si el profesor y sus estudiantes recurren al capítulo de Macroeconomía dinámica de uno de los textos más didácticos y ordenados: El de Williamson (2014). En este documento intento demostrar esto.