Este trabajo analiza el impacto del boom minero-energético experimentado por la economía colombiana en el período 2004-2012 sobre la tasa de cambio real y la participación de los sectores manufacturero e industrial. Para ello se introduce el concepto de “Enfermedad holandesa extendida”, que considera la posible apreciación de la tasa de cambio real no sólo por los efectos tradicionales de “relocalización” y “gasto”, sino además por la entrada masiva de capitales para financiar la explotación de estos sectores. Los resultados empíricos demuestran, por un lado, que la Inversión Extranjera Directa y los Flujos de Portafolio efectivamente generaron una sobre apreciación de la tasa de cambio real que afectó la competitividad de los demás sectores, disminuyendo en consecuencia su participación en el PIB.