En general, se admite que la decisión de inversión es una decisión de optimización dinámica, en la que el inversionista elije el nivel de inversión considerando su retorno futuro. Los problemas de optimización dinámica se resuelven por tres caminos alternativos: cálculo de variaciones; teoría de control óptimo, y programación dinámica. En los tres casos, el problema parte de considerar dos tipos de variables: las variables de estado y las variables de control.