La literatura económica ha analizado con gran nivel de detalle la forma como opera la competencia, pero también, las circunstancias en que su operación es limitada. Esas circunstancias se analizan como fallos de mercado, y se resumen generalmente en cinco grandes grupos: poder de mercado, asimetría de información, externalidades, bienes públicos y mercados incompletos. Ante los fallos de mercado, se prescribe la intervención regulatoria como el mecanismo adecuado que, a través de incentivos y coerciones, debe permitir a la sociedad resultados equiparables a los que se obtendría si la competencia operase de manera plena.