Este trabajo pretende evaluar el impacto de la financiación pública de la educación sobre el crecimiento económico cuando la acumulación de capital humano exhibe rendimientos sociales crecientes. Con este fin, se desarrolla una extensión del modelo de Azariadis y Drazen (1990). La acumulación de capital humano de cada individuo se especifica como una función creciente del tiempo dedicado al estudio, el gasto en educación y el capital humano medio de la sociedad. Como resultado, la tasa de crecimiento de largo plazo es alta o baja dependiendo de la dotación inicial de factores de producción. En contraste con Azariadis y Drazen (1990), el modelo muestra que, aún si la dotación inicial de capital humano es alta, la tasa de crecimiento puede ser baja si el capital físico por unidad de eficiencia es lo suficientemente bajo. Bajo ciertas condiciones, la financiación pública de la educación puede ayudar a escapar de esta trampa de pobreza. Sin embargo, mientras más escasos sean los factores, mayor tiene que ser el nivel de financiación necesario para lograr esta meta. Si los factores son demasiado escasos puede que no exista un nivel que permita lograrlo.