Entre 1930 y 1951 Colombia enfrentó grandes cambios y diversos choques económicos internos y externos. Este artículo estudia la política monetaria del Banco de la República y las nuevas funciones que adquirió durante esa época, dentro de las que se cuentan la administración de las salinas y las minas de esmeraldas. Por el lado de la contribución cultural se destaca su aporte por medio de la apertura de la biblioteca del Banco y el Museo del Oro. Pese a las crisis que tuvo que afrontar, el balance de la economía colombiana de este periodo fue positivo, sobre todo en el contexto de una desaceleración de la economía mundial y regional. Ese resultado se basó, en gran parte, en el buen desempeño de las exportaciones y el cambio estructural que representó la industrialización por sustitución de importaciones.