Una estimación adecuada de la brecha del producto es un requisito indispensable para la conducción de la política monetaria bajo el régimen de inflación objetivo. Por esta razón, en la literatura y al interior del Banco de la República, se trabaja con una gran variedad de mediciones a partir de técnicas alternativas. Desafortunadamente, como la brecha del producto es una variable no observable, siempre hay gran incertidumbre sobre cualquier estimación. Para sobreponerse a este problema, en el Departamento de Inflación se siguen regularmente una amplia gama de indicadores, en especial encuestas de opinión empresarial y datos de actividad, para mejorar la comprensión de la situación de la economía en el ciclo y para identificar posibles presiones de demanda. Aunque en principio parece razonable y adecuado contar con gran cantidad de medidas y monitorear diversas fuentes de información complementarias, en la práctica resulta problemático poder resumir de manera eficiente la información disponible en una sola medida que pueda ser utilizada para producir pronósticos de inflación y recomendaciones de política. Hasta hace poco, la reducción de la información se hacía a partir del juicio de los expertos sobre los pesos relativos que se asignaban para cada medición y para la información proveniente de encuestas. Lo cual potencialmente podía conducir a un problema de variables omitidas y a sesgar cualquier estimación. Para resolver este problema en este trabajo se estima un indicador de brecha del producto como el factor no observado entre los datos disponibles. Dicho factor se estima utilizando componentes principales estáticos, el cual debe resumir la información contenida en los datos mientras que excluye cualquier error presente en las medidas originales. La calidad del indicador se evalúa posteriormente a partir de su capacidad predictiva de la inflación básica de bienes no transables en Colombia, mediante una Curva de Phillips híbrida. Los resultados sugieren, como se esperaba, que el indicador de brecha del producto es superior a cualquiera de las medidas individuales para señalar presiones de demanda, puesto que combina de manera eficiente la información de varias fuentes. Adicionalmente se encuentra, que los pronósticos fuera de muestra se pueden mejorar si se excluyen para la estimación del indicador aquellas medidas que provienen de filtros estadísticos. Lo cual reafirma la importancia de seguir fuentes alternativas de información, en especial de encuestas de opinión industrial, a pesar de que la industria tan sólo pesa un 15% del PIB en Colombia.