Colombia, como los demás países emergentes, enfrenta un ambiente económico internacional crecientemente competitivo, caracterizado por la mayor movilidad de capital tangible e intangible, de la fuerza laboral (especialmente la calificada) y por una vigorosa competencia en bienes y servicios transables. La mayor globalización implica que la interacción con las demás economías del mundo jugará un papel central en el crecimiento económico del país y en el ingreso futuro de los colombianos. Se analiza en este Capítulo el papel que juegan los impuestos en atraer la inversión extranjera directa (IED) hacia Colombia, uno de los múltiples aspectos de esa competencia internacional. Hoy día la competencia por capital móvil es un componente esencial del panorama fiscal en todos los países, especialmente en aquellos con alta dependencia de la inversión extranjera directa (IED). Solo se tendrá éxito si todas las políticas incluidas las impositivas1 conducen a atraer y retener las firmas multinacionales. Puesto que la evidencia internacional reciente sugiere que la IED ha tenido un impacto positivo sobre el crecimiento económico en América Latina,2 puede argumentarse que el sistema tributario debería minimizar los desincentivos a su ingreso. La política impositiva está lejos de ser el único factor que afecta las decisiones de inversión de las multinacionales, y por ello conviene discutir la influencia relativa de esos otros factores antes de entrar en materia. La literatura disponible sugiere que los impuestos no se encuentran entre los factores más importantes en la decisión de las multinacionales en materia de localización. Wheeler y Mody (1992), por ejemplo, construyen un modelo empírico sobre la localización y nivel de la IED y atribuyen el peso central a los costos laborales, el tamaño del mercado, la calidad de la infraestructura y las potenciales economías de aglomeración, factores todos ellos más importantes que los impuestos. Las conclusiones son relativamente similares para otros trabajos sobre América Latina (Shatz y Venables, 2000; Shatz, 2001; Esquivel y Larraín, 2001; Vial, 2001).