Los economistas han mostrado que las inversiones en ciencia y tecnología tienen un impacto importante sobre las tasas de crecimiento económico y sobre la productividad de un país. Por tal razón hoy pocos países discuten sobre la importancia de destinar recursos públicos a dicha inversión. La agenda de política está enfocada es a mantener un sistema de ciencia y tecnología e innovación tecnológica donde se estimule la inversión privada y se integre a las políticas públicas. Es en este punto donde los incentivos fiscales han sido cruciales en la generación de recursos privados para la ciencia y la tecnología y la mayoría de países desarrollados y algunos en desarrollo los han implementado como un mecanismo eficiente. La experiencia internacional muestra que en los países de la OCDE por una caída en un 10% del costo del capital en I&D, vía incentivos fiscales, se aumenta las inversiones en este bien en un 1% en el corto plazo y estas inversiones pueden llegar a ser del 10% en el largo plazo.