Con la salida de las FARC, el grupo guerrillero que monopolizó el mercado de la cocaína y el mayor causante de violencia en el país, se vuelve relevante estudiar el comportamiento del mercado de las drogas y los cambios en las dinámicas de violencia. El propósito de este trabajo es analizar el impacto que tiene ser un municipio cocalero en la violencia regional y ver cómo dicho impacto se comporta después de empezados los Diálogos para la Paz en 2012. Los modelos empleados demuestran que la presencia de cultivos de coca entre los años 2000 y 2017 incrementa en 11,1% el índice de violencia, y que el impacto es 2,35% más fuerte después de 2012.