Pese a que la creciente participación de las mujeres en el mercado laboral ha propiciado un cambio en las dinámicas de género, la violencia en contra de las mujeres en el hogar es un fenómeno con una alta persistencia. El presente trabajo explora si una mayor autonomía económica de la mujer, dada por el trabajo fuera del hogar, causa una reducción en la violencia doméstica en Colombia. Los resultados obtenidos muestran que el efecto del trabajo de la mujer sobre la probabilidad de maltrato es heterogéneo entre mujeres que han sido alguna vez maltratadas y mujeres que nunca lo han sido. El trabajo no tiene efectos sobre la propensión inicial de un hogar a presentar hechos de violencia doméstica. Sin embargo, las mujeres que han sido maltratadas parecen encontrar en el trabajo un mecanismo para obtener poder de negociación en el hogar y protegerse de futuras agresiones.