Durante las últimas décadas el incremento en la desigualdad experimentado por algunas economías desarrolladas ha estado relacionado con la adopción de tecnologías que utilizan intensivamente la mano de obra calificada. En este documento se plantea un modelo teórico en el que se recoge parte de la evidencia empírica sobre los efectos del cambio tecnológico sesgado sobre el crecimiento y la desigualdad. De igual forma, se analiza la efectividad de la política pública para suavizar los efectos negativos del cambio tecnológico sobre la brecha salarial y aprovechar sus bondades, en términos de crecimiento. Los resultados del modelo evidencian que ante un choque tecnológico, una política fiscal eficiente permite alcanzar un equilibrio de largo plazo con mayor expansión del PIB y menor brecha salarial que en la situación inicial.