Se documenta el traspaso de los precios internacionales de alimentos y energía a un número importante de precios de las canastas del consumidor y del productor, la inflación básica y las expectativas para los últimos veinte años en Colombia. Se estiman efectos de primera y segunda ronda obteniendo evidencia de que los segundos son superiores a los primeros, aunque durante la vigencia de la estrategia de metas de inflación, los efectos de segunda ronda, a nivel agregado, son menores. En cuanto a los precios individuales, los traspasos a inflación básica y expectativas son superiores a los efectos de primera ronda y cercanos a los de precios agregados. Estos resultados podrían estar relacionados con una credibilidad de la autoridad monetaria menos que completa, pero con grandes avances durante los últimos diez años. Se verifica, además, la existencia de efectos asimétricos, encontrando diferencias en el traspaso cuando se presentan aumentos y reducciones en los precios internacionales de los bienes primarios.