En este trabajo se muestra que el EMBI-Colombia está determinado por el apetito por riesgo de los inversionistas internacionales y que su respuesta es no lineal y está influenciada por la postura fiscal del gobierno. Se encuentra también que la relación entre estas variables sufrió un cambio estructural favorable en la mitad de la década del 2000, que parece estar asociado a los mejores fundamentales macroeconómicos locales y al deterioro del entorno internacional. Finalmente, se concluye que el riesgo soberano mantiene una relación unidireccional con la devaluación nominal y la valorización anual del IGBC, sugiriendo que el EMBI aporta la información básica para valorar las perspectivas de los mercados financieros locales.