La "sabiduría convencional" afirma que los temas de crecimiento económico se entienden con modelos clásicos, y los de corto plazo (ciclos, etc.) con los keynesianos (o neo-keynesianos). Y, en efecto, la rigidez de precios (de productos o factores) es una característica de la explicación más frecuente de un ciclo, y esto usualmente se considera un rasgo keynesiano. Con todo, las rigideces (transitorias) de precios fueron conocidas y tenidas en cuenta en los análisis pre-keynesianos de los ciclos. Varios de estos análisis son útiles para entender la crisis reciente. En lo que sigue se procura utilizar uno de estos (modificado con elementos "post-keynesianos") para explicar la coyuntura actual de Estados Unidos (y la crisis financiera de 2007 - 2008). Dos puntos centrales que pretendemos defender son los siguientes: 1) la causa principal de la crisis y la recesión actual fue una política monetaria excesivamente laxa ejecutada bajo la ilusión de que podía ser contra-cíclica de manera perfecta, tanto en su intensidad como en su oportunidad; 2) una característica esencial de la crisis financiera es la pérdida transitoria de relevancia de la política monetaria de rutina (la de fijar una cierta tasa de interés en el mercado monetario) en tanto que adquieren dominancia el mercado de "fondos prestables" y las condiciones bajo las cuales se ofrecen estos fondos.