El capítulo analiza por qué el Banco de la República no financia al sector privado, explicando los efectos negativos que esto tendría sobre la estabilidad macroeconómica y el control de la inflación. También se revisa la historia de la política monetaria en Colombia y el impacto de modelos anteriores que promovían esta práctica. Los autores resalta la importancia de preservar la independencia del Banco de la República y de mantener su enfoque en la estabilidad de precios. A la vez, subraya la relevancia de instituciones especializadas para atender las necesidades de financiamiento del sector productivo.