En este ensayo se sostiene que si bien se ha superado la iliquideztotal que caracterizó la fase más severa de la crisis financiera desatadaen septiembre de 2008, el crédito y la actividad productiva de los paísesindustrializados se están contrayendo aceleradamente y el sistemafinanciero sigue descapitalizado. De los canales externos de transmisiónde la crisis hacia América Latina, la disminución de las remesas es elmenos importante. Los efectos negativos más generalizados serán lacaída del volumen de comercio internacional y el marcado deterioro delos términos de intercambio de los productos básicos. Además, quedapor delante una etapa de financiamiento externo privado muy restringido.Las economías de la región llegan a la crisis con mayor fortaleza queen el pasado, vinculada fundamentalmente al menor endeudamientopúblico externo y al elevado nivel de reservas internacionales, pero ellasolo servirá para mitigar en parte las repercusiones de la peor coyunturaeconómica mundial desde la gran depresión de los años treinta.