Suavizar los ciclos de la cuenta de capitales y reducir la vulnerabilidad que estos traen consigo son objetivos deseables en los países en desarrollo. Este artículo evalúa las ventajas de aplicar un incentivo sencillo, no discrecional, preventivo (prudencial); y basado en un instrumento de precios que castiga drásticamente los pasivos de corto plazo en moneda extranjera. En especial, examina la efectividad de los controles a los flujos de capital que aplicó Colombia durante la década de los noventa. El análisis concluye que estas regulaciones fueron efectivas en reducir el volumen total de las entradas netas de capital y en mejorar la estructura de plazos de la deuda externa. El análisis econométrico sugiere que los flujos de capital guardaron relación directa con los diferenciales de tasas de interés, una vez que se controla por el costo adicional de los encajes no remunerados al endeudamiento externo. En consecuencia, el sistema colombiano de regulación del endeudamiento externo fue, a la vez, una política macroeconómica eficaz, que permitió que el país ejerciera un cierto control monetario y cambiario, y una "política de pasivos" que contribuyó a mejorar la estructura de vencimiento de la deuda externa