“La industria colombiana atraviesa por una de las peores crisis de su historia: la producción de manufacturas se encuentra estancada desde 1978, y desde 1974 viene perdiendo participación en la producción nacional. La inversión en 1982 no fue mayor a la de 1973, y el empleo generado por la mediana y gran industria ha descendido en los últimos años hasta alcanzar el nivel de 1970. La crisis se ha hecho sentir con especial fuerza en los sectores de metalmecánica, fertilizantes y textiles, y es en parte responsable del agudo desempleo que vive el país y del lento dinamismo de la economía en su conjunto. Este trabajo intenta aportar algunas apreciaciones en el viejo debate relacionado con los problemas y la orientación del proceso de industrialización colombiano. En la primera sección se presentan argumentos en favor de la producción de manufacturas, aún cuando se sostiene que el desarrollo industrial debe guardar equilibrio con el desarrollo agrícola. En la segunda se plantea una explicación plausible de la actual crisis industrial: la caída en demanda efectiva fue el factor central de la crisis en bienes de consumo e intermedios. La tercera sección señala cómo la reactivación de la demanda efectiva es condición necesaria más no suficiente para garantizar un alto dinamismo industrial. Una "nueva" estrategia de desarrollo industrial tendría que basarse en sectores de bienes "no tradicionales" con alto potencial en términos de dinamismo y cambio técnico y, lo que podría parecer paradójico, de creación de empleo. Al final del trabajo se escogen algunos criterios de selección, y se argumenta que el país posee especiales ventajas en la producción de algunas ramas de maquinaria y equipo.”