“A fin de recuperar el crecimiento económico, los países de América Latina están precisados a seguir un itinerario común (Selowski, 1990). La primera etapa de ese itinerario consiste en estabilizar la economía mediante la eliminación de los desequilibrios fiscales y externos. La segunda fase del proceso implica reestructurar la economía con el fin de eliminar las distorsiones debidas a la intervención estatal excesiva y a la existencia de restricciones para el buen funcionamiento de los mercados. En el caso colombiano esta fase se inició con algunas medidas tributarias y financieras en los ochenta, pero solo vino a adquirir verdadera importancia desde agosto de 1990. La tercera etapa, que consiste en reorientar las políticas hacia la recuperación sostenida de la inversión y el crecimiento. El propósito de este artículo es analizar los obstáculos que pueden presentarse, y que de hecho ya han surgido en algunos frentes, para concluir con éxito la etapa de la reestructuración y entrar en la fase de recuperación de la inversión y crecimiento sostenido. El artículo analiza cuatro áreas críticas del proceso de reestructuración. En primer término, se discuten los conflictos entre la reestructuración y los objetivos de la política de estabilización de corto plazo. En segundo lugar, se analiza el posible desempeño de la inversión privada durante el proceso. El tercero, muestra que las nuevas políticas han introducido elementos de vulnerabilidad de la economía frente a las fluctuaciones del sector externo. Finalmente, se señalan algunos de los factores que pueden incidir sobre la distribución del ingreso y la informalidad durante la reestructuración.”