“Los cambios en la competitividad internacional de un país están determinados por los cambios en la productividad y en el costo de los factores de producción. En una economía abierta al flujo de capitales, el costo del capital tiende a igualarse con el costo del capital a nivel internacional más una prima de riesgo. Un país puede volverse más competitivo en un producto, aunque aumenten los costos de los factores de producción, si la productividad en su producción aumenta más rápido que la productividad en otros países. Las exportaciones aumentan el bienestar nacional de dos maneras: si crean empleo o mayor utilización de la capacidad instalada en una economía que no está funcionando en condiciones de pleno empleo, o si hacen posible el aumento en el ingreso real de una parte de la fuerza de trabajo. Las exportaciones no son muy interesantes si no hacen posible el aumento en los ingresos reales de la fuerza de trabajo que produce para el mercado externo. Así, sólo contribuyen al desarrollo social las exportaciones que tienen suficiente nivel de productividad como para hacer posible aumentar el nivel de vida de la fuerza de trabajo en la economía. Es claro entonces que una política de promoción de exportaciones no puede depender de que se mantenga constante el salario real. Aunque en cualquier estudio de competitividad es fundamental analizar el aspecto de productividad, como en Colombia no es fácil conseguir datos de costos laborales por unidad de producción, en este artículo nos limitaremos a analizar las tendencias de los salarios y costos laborales.”