“Cuando hace unos años se discutían las ventajas de la adopción del modelo de apertura, un importante argumento en su favor, aunque ciertamente no el principal, era el previsible efecto de reducción del contrabando. Entre 1991 y 1993 el arancel promedio se redujo de más del 40% a cerca del 1 0%, al tiempo que se desmantelaron casi todas las restricciones cuantitativas. Ello normalmente debería desincentivar el contrabando, teniendo un incremento en las importaciones legales. La Encuesta de Opinión Empresa rial de Fedesarrollo indica que los comerciantes le da importancia al problema del contrabando hoy en día que hace tres años. A partir de 1984 y hasta 1990, el contrabando se mantuvo en niveles altos, coincidiendo con años de elevado proteccionismo. En los años posteriores a 1990 se instauró el esquema de apertura económica, con una reducción significativa de los aranceles y un efecto positivo sobre la percepción del contrabando. La coincidencia en el tiempo de disminución de aranceles y aumento del contrabando sugiere que éste debe tener otros determinantes. En el caso colombiano, se han esgrimido varias causas por las cuales el contrabando podría estar aumentando actualmente. El presente trabajo es de corte empírico. De una parte, se trata de aproximar por diversos métodos el tamaño del problema. Por otro lado, se cuantifican y analizan sus posibles determinantes, a saber: cargas impositivas sobre el comercio legal; diferenciales entre el mercado cambiario y el mercado paralelo y diferencial de tasas de interés entre el país y el exterior. Posteriormente, se relaciona el contrabando con sus determinantes, primero mediante inspección gráfica y luego a través de sencillas estimaciones econométricas. Finalmente, se consignan las conclusiones y se plantean algunas recomendaciones.”