Este artículo presenta una breve revisión del sector de la vivienda en Bogotá, destacando que la política se ha enfocado primordialmente en el impulso a la demanda mediante el otorgamiento de subsidios y acceso al crédito hipotecario. La evolución reciente del mercado sugiere que la política efectuada no garantiza un consumo de vivienda óptimo. En este sentido, se propone un modelo teórico de valores óptimos de demanda, así como la estimación empírica de dichos valores a partir de datos de la Encuesta de Capacidad de Pago realizada en Bogotá en el año 2005. Los resultados muestran brechas importantes entre estratos y sugieren que los niveles de financiación necesarios para una política de demanda pueden resultar excesivamente altos. Se justifica así la pertinencia de una política que no sea enfocada necesariamente a la compra de vivienda, sino que se oriente al uso eficiente de la oferta actual.