Se analizan aspectos del proyecto de reforma a la salud como: (i) la creación de Salud Mía y su gobernabilidad, (ii) los cambios en materia de integración vertical, de contratación de IPS públicas de parte de las EPS del sistema, y el tratamiento diferencial que sobre estos aspectos se le otorga a las entidades públicas y privadas, y a los regímenes contributivo y subsidiado, y (iii) los incentivos que la reforma introduciría en el sistema. Más que presentar una solución definitiva a los problemas del sector, la reforma procura conciliar los intereses de los actores públicos y privados, dejando los incentivos de varios actores perversamente alineados.