El comportamiento del ahorro y la inversión mundial ha cambiado de manera importante en los últimos cinco años. Los capitales excedentes de las economías emergentes se han dirigido hacia las economías desarroladas. Este comportamiento está explicado en parte por un choque positivo de productividad en los países emergentes y uno negativo en los desarrolados, además de las diferentes políticas económicas en ambas regiones. En este sentido, el exceso de ahorro de las economías asiáticas, especialmente de China y los países exportadores de petróleo, ha estado financiando una gran parte del consumo de la economía norteamericana. Adicionalmente, este ahorro ha impulsado una fuerte caída en las tasas de interés de largo plazo y un crecimiento en los precios de la vivienda de las economías desarroladas. Los factores que han movido estas decisiones de ahorro e inversión mundial no cambiarán fácilmente; de esta manera es probable que los desequilibrios generados por este cambio permanezcan por un buen tiempo.