El comentario de Javier Fernández acerca de la relación entre la teoría económica y la investigación aplicada presenta varios puntos interesantes y didácticos. Sin embargo, el ejemplo "astronómico" con el cual los ilustra es una desafortunada interpretación del artículo de Gómez y Vargas, en la cual la principal confusión consiste en concentrarse y criticar el ejemplo numérico allí presentado, descuidado lo esencial del trabajo en mención: su motivación y la metodología propuesta.