Este trabajo estudia la relación entre las políticas de estabilización y el progreso social. Los resultados sugieren que el manejo ortodoxo de la economía puede mejorar los indicadores sociales, independientemente de los efectos de las variables macroeconómicas de crecimiento. Si bien es cierto que los gastos sociales del gobierno promueven el progreso social, el artículo hace énfasis en la necesidad de reducir el déficit fiscal, dado que el gasto público que no es financiado en forma apropiada y que depende fuertemente del impulso inflacionario, no logra resultados permanentes. La estabilización puede también lograrse mediante políticas comerciales y de tasa de cambio que favorezcan la diversificación de las exportaciones. Sin embargo, la estabilización no sólo debe buscarse a través de medidas de política económica sino también mediante el desarrollo de instituciones que eviten grandes fluctuaciones en los gastos del gobierno o en el déficit fiscal. En este sentido, dos instituciones importantes en los países en desarrollo son los sistemas de impuestos y los fondos de estabilización de los productos básicos.