La interpretación corriente del cuerpo teórico desarrollado por Keynes, la síntesis neoclásica-keynesiana, dominó el campo teórico y político de la economía ortodoxa durante el período inmediato a la posguerra y buena parte de los decenios siguientes (50s y 60s). Aunque se dejaron oir algunas voces disidentes, el eco de sus protestas no traspuso el ámbito académico de sus reducidas parcelas (Principalmente Cambridge, Inglaterra), por lo cual sus argumentos quedaron al buen abrigo de una secta de iniciados.