En este artículo se analizan tres tipos de modelos para determinar cuándo, en un esquema de inflación objetivo, el banco central (BC) debe utilizar los encajes como una herramienta de política monetaria óptima. En todos los casos, el BC busca minimizar una función objetivo que consta de las desviaciones de la inflación de su meta, y del producto y los encajes de sus niveles respectivos de largo plazo. En un modelo de economía cerrada se encuentra que la política monetaria óptima es fijar los encajes en su nivel adecuado de largo plazo y ajustar la tasa de interés de política para enfrentar los distintos choques que afecten a la economía. En un segundo modelo de economía abierta con los mismos objetivos del BC y en otro de economía cerrada en donde la función objetivo del BC incluye además la estabilidad financiera, los encajes sí forman parte de la respuesta de política monetaria óptima ante choques macroeconómicos. La pertinencia, la magnitud y la dirección del movimiento de los encajes dependen de los parámetros de la economía y de los choques a los que esta se enfrente.