El siglo XIX fue una larga y penosa transición del capitalismo en Colombia. Todavía a finales del siglo XIX comienzos del siglo XX, era difícil encontrar en el país los elementos de una estructura capitalista, era difícil encontrar formas de trabajo asalariado o redes mercantiles extensas que vincularan a los productores a un mercado amplio nacional o mundial. Sin embargo, en Colombia como Europa, auque a través de procesos históricos muy diferentes el trabajo asalariado y las redes mercantiles extensas fueron el resultado de un largo proceso de desarrollo, a través del cual el capital fue subordinado en forma creciente a los diferentes elementos de la estructura social. Este proceso de desarrollo se vivió de manera acelerada en Colombia en las dos décadas anteriores a la crisis mundial de 1929, como consecuencia de una bonanza exportadora sin precedentes en la historia anterior del país y durante las crisis de los años 30, con base a una bonanza industrial. El rápido desarrollo capitalista a partir de 1910 puede hacer perder de vista el lento proceso de transformación al capitalismo que vivió Colombia desde fines del período colonial. Desde el punto de vista del proceso de desarrollo capitalista, la economía colonial puede definirse en tres características: En primer lugar, por su articulación débil al mercado mundial. En segundo lugar, por el subdesarrollo del mercado interno y finalmente porque a pesar de su atraso mercantil contenía en ella elementos básicos del desarrollo capitalista.