Demuestra que la búsqueda de estatus a través del consumo ostentoso puede modificar, de manera fundamental, la tasa de crecimiento y la dinámica de la distribución de/ingreso. Igualmente, se argumenta que la búsqueda de estatus modifica las implicaciones del crecimiento económico sobre el bienestar de los agentes. Así mismo, se demuestra que la búsqueda de estatus puede afectar la dinámica de la distribución del ingreso. Si los bienes ostentosos son consumidos principalmente por los agentes ricos, entonces las desigualdades sociales tienden a intensificarse en el tiempo. La introducción de una política redistributiva financiada con impuestos diferenciales a los bienes ostentosos es óptima, no sólo en el sentido de Pareto, sino también desde el punto de vista de justicia social ya que permite romper con la tendencia al aumento en la desigualdad del ingreso.