En este trabajo se analiza el efecto que tienen las bonanzas temporales de recursos en la industria en escala mundial, con especial atención en América del Sur. Las principales conclusiones son, primero, que el mundo está atravesando desde 2002 una bonanza de bonanzas y América del Sur es un protagonista central de este episodio; segundo, las bonanzas del sector minero-energético tienden a ser más largas y profundas, y a generar mayores síntomas de enfermedad holandesa, que las bonanzas en el sector de alimentos o en flujos de capitales y, tercero, los efectos negativos sobre la industria tienden a perdurar tras el fin de los ingresos extraordinarios correspondientes a la bonanza.