Desde la crisis financiera de 2007 los temas asociados con la estabilidad financiera han recobrado importancia, especialmente para el diseño de las políticas macroprudenciales. La comprensión de la estructura de fondeo de los préstamos bancarios, los riesgos asociados, el papel del apalancamiento y la identificación temprana de los auges de crédito y sus determinantes, por ejemplo, son cruciales para las autoridades económicas, cuando intentan anticipar episodios de fragilidad y crisis financieras. Para las economías emergentes estos temas son en particular relevantes, entre otras cosas por su mayor integración a los mercados globales.