La creación de instituciones de ahorro y crédito en Colombia fue indispensable para generar un hábito de ahorro en la población y consolidar un sistema bancario estable durante el siglo XIX. La Caja de Ahorros de Bogotá fue el primer intento por consolidar una mentalidad previsiva en los bogotanos, especialmente en las clases trabajadoras. Este documento presenta una descripción y análisis de la dinámica de la Caja de Ahorros, y de los patrones de ahorro de los diferentes pobladores de la ciudad de acuerdo con su grado de calificación laboral durante la existencia del establecimiento. Para estudiar esto, se realizaron comparaciones entre los diferentes grupos de trabajadores y no trabajadores a través de un análisis estadístico simple y del método clústeres; con el fin de mostrar el grado de participación y la dinámica de los diferentes grupos frente al ahorro. El documento concluye que la población económicamente inactiva y la población femenina tuvieron una mayor disposición a ahorrar, seguidos de la clase trabajadora (que era la población objetivo de la entidad). Por último, los trabajadores en oficios con mayor calificación fueron los que registraron menores montos de ahorro.